eltiempo.com (Colombia)
Cuando una foto o un video llega al ciberespacio, se convierte en una especie de bola de nieve que crece y crece a su paso, y que nadie puede detener.
Pero lo más grave es que en Colombia, y en el mundo, no existe legislación que permita emprender medidas judiciales contundentes contra los autores de estas acciones.
«Solo podemos intervenir cuando se incurre en pornografía infantil», cuenta el mayor Freddy Bautista, coordinador de la Unidad de Delitos Informáticos de la Dijín.
Según esa Unidad, Colombia está viviendo, desde el año pasado, un auge generado por comunidades virtuales como Facebook, Hi5, MySpace y Sonico, donde la intimidad se vuelve vulnerable cuando las personas se inscriben a grupos a los que cualquiera puede acceder sin ningún obstáculo.
«Tomar una foto de allí y hacer con ella lo que se quiera no tiene ninguna traba», dice un investigador de la Dijín.
Fuente: eltiempo.com