Indecu reporta aumento de ilícitos con tarjetas de débito y crédito
Los tarjetahabientes no deben perder de vista sus tarjetas al momento de cancelar en los comercios (N. Rocco)
Las estafas en cajeros y las clonaciones son las denuncias más comunes
El dinero plástico es una de las formas más comunes para realizar transacciones económicas, pero junto a las ventajas que ofrece presenta algunos riesgos. En el país el número de denuncias sobre estafas a tarjetahabientes que les han sustraído dinero de sus cuentas aumenta todos los años, según dijo José Ángel Rivero, presidente de la Comisión de Servicios Bancarios y Financieros del Indecu.
Aunque no ofreció datos de otros años, aseguró que durante el 2007 han recibido 10.000 casos de personas víctimas de irregularidades en sus tarjetas. En promedio, están procesando 1.250 expedientes mensuales y estiman que si continúan con este ritmo de reclamos podría desbordarse la capacidad que tienen para atender a los ciudadanos en materia bancaria.
De esos 10.000 expedientes el 70% se corresponde a ilícitos que han sufrido los usuarios en los cajeros automáticos. El 30% restante son clonaciones, tanto a tarjetas de débito como de crédito. En pérdidas económicas al sumar los montos de cada una de las denuncias se obtienen millardos de bolívares, señaló Rivero.
Pero no sólo al Indecu asisten los usuarios perjudicados. La organización civil Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco) ha tramitado más de 50.000 quejas vinculadas a alguno de estos delitos bancarios desde julio de este año. Según su presidente, Roberto León Parilli, 5 de cada 10 titulares de tarjetas de crédito han sido clonados.
En las estafas producidas en los cajeros automáticos las tarjetas de débito son las preferidas por los delincuentes y emplean varias modalidades para robar el dinero. Las más frecuentes son las personas que se colocan detrás del usuario para intentar captar la clave en el momento que realiza la operación bancaria, la colocación de artilugios en los dispensadores de dinero para copiar los números de las tarjetas o de diminutas cámaras de video que graban el instante en que el cliente realiza la transacción.
En las clonaciones el método más común es el de la «pescadora». Se trata de un pequeño dispositivo con memoria que al deslizarle las tarjetas almacena los datos de las mismas. Con esa información y valiéndose de una computadora fabrican otra cinta magnética con los números de la que ha sido clonada.
Aunque las tarjetas de débito no están exentas de este procedimiento, las clonaciones son más usuales en las tarjetas de crédito, ya que las mismas no requieren de clave para usarse y se copian con facilidad en comercios donde el cliente pierde de vista su tarjeta al momento de pagar.
Para Rivero, es necesario que los bancos mejoren sus plataformas de seguridad e incrementen los mecanismos de resguardo en las tarjetas. También exhortó a los tarjetahabientes para que usen con precaución este tipo de documento sin confiar en desconocidos y atentos ante cualquier irregularidad que puedan observar mientras realizan sus transacciones.
Fuente: http://noticias.eluniversal.com/2007/08/28/eco_art_indecu-reporta-aumen_434388.shtml/